El tomillo está presente en nuestras cocinas desde hace muchos años, pero en el Mediterráneo crece desde mucho antes y ya lo utilizaban hace 5000 años los egipcios para embalsamar a sus muertos.
En la antigua Grecia también recibió una importancia singular porque se consideraba que era purificador, creían que alejaba los malos espíritus y a la vez, era símbolo de valentía.
Los griegos ya consideraban al tomillo una hierba sagrada y se creía que era necesaria para enfrentarse al miedo y a la adversidad.
Otras culturas muy diferentes como los escoceses y los romanos lo utilizaban para curar la timidez, darse valor y aliviar la depresión.
Más adelante en el tiempo, ya en la Edad Media, los europeos colocaban una ramita de tomillo debajo de la almohada porque decían que alejaba las pesadillas.
Conozcamos los principales usos que podemos darle hoy al tomillo.
Tomillo para el sistema inmunológico.
El tomillo es una planta que protege el sistema inmunológico por ser naturalmente rica en fenoles. Tiene propiedades antisépticas, antibióticas y antibacterianas muy importantes.
Para las vías respiratorias.
Es particularmente eficaz para aliviar las afecciones de las vías respiratorias que aparecen con los primeros resfriados. Incluso se ha demostrado científicamente su acción positiva sobre los bronquios.
Ideal para combatir los resfriados y aliviar los dolores de garganta. Tiene propiedades expectorantes que ayudan a tratar la tos y a eliminar la mucosidad.
Propiedades antioxidantes del tomillo.
Es fuente de flavonoides, compuestos presentes en ciertas plantas y reconocidos por su poder antioxidante. De esta forma, ayuda a combatir los daños provocados por los radicales libres, moléculas reactivas que intervienen en la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento.
Tomillo para el sistema digestivo.
El tomillo es una planta que estimula el apetito y alivia numerosas dolencias. Sus propiedades carminativas ayudan a reducir los gases mientras que los fenoles actúan como antiespasmódicos, aliviando los calambres intestinales.
La infusión de tomillo se recomienda en caso de digestiones lentas o distensión abdominal. Sus principios activos antisépticos y antiparasitarios también le permiten combatir trastornos digestivos como diarreas o parásitos intestinales.
Infecciones urinarias.
Un remedio natural muy eficaz para las infecciones urinarias es el té de tomillo. Se recomienda para combatir la cistitis e incluso la prostatitis.
Sus propiedades diuréticas son ideales para evitar la retención de líquidos y la formación de cálculos en la vesícula o los riñones. Esto al mismo tiempo permite depurar el organismo y eliminar toxinas, ¡e incluso adelgazar!