Las relaciones pueden quitarnos mucha energía, y es importante delimitar nuestras necesidades.

Todos y todas formamos parte de una sociedad regida en gran medida por la conectividad con otras personas y las relaciones sociales. La interacción social genera un apoyo y unos sentimientos de pertenencia muy positivos para el bienestar emocional y psicológico y una buena adaptación a los entornos en los que nos movemos. Sin embargo, no siempre las relaciones sociales son fuente de un bienestar objetivo y real; en ocasiones, tenemos problemas o chocamos con otras personas; es normal.

Seguro que en algún momento te ha pasado, una persona (con la que tampoco tienes tanta confianza) empieza a contarte todos sus problemas, sin darte espacio para comentar si quieres formar parte de esa conversación ni tener tampoco en cuenta tu opinión o el impacto de esta información sobre ti. Sientes que la energía tan negativa de esta persona te pasa por encima y te cubre por completo, y ya no sabes cómo salir de esa situación, así que sigues escuchando hasta que acabe o te arrastre por completo.

Es importante saber establecer límites con personas con las que no queremos tener este tipo de interacciones negativas. En este artículo, vamos a darte algunos consejos y recomendaciones para evitar que los demás te arrastren hacia sus problemas.

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